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Resiliencia que no resilencia.

La palabra resiliencia proviene del latín resiliens, resilio, resilire y significa rebotar, es decir volver al principio. Es lo mismo que la palabra elasticidad que es la capacidad de recuperación de un material que sufre una fuerza exterior deformándolo y una vez que cesa esa fuerza, vuelve a su estado original. Fue en los años 60 cuando se utilizó el término resiliente para definir a las personas y las situaciones que cambian su estado y vuelven al estado de inicio.
 
La resiliencia no es igual en todas las personas porque no todo el mundo es capaz de sobreponerse de la misma forma a situaciones límites. Ante circunstancias inesperadas o momentos adversos, también llamados -quiebres-, las personas podemos ser protagonistas, gestionando nuestras emociones y sentimientos, siendo resilientes; o ser/sentirnos víctimas y no hacer nada por cambiar esas situaciones no esperadas que nos inmovilizan. 
Elasticidad versus resiliencia

Podemos decir que la resiliencia es la capacidad que tienen las personas de gestionar sus emociones, sentimientos y estrés ante una adversidad para adaptarse a las nuevas situaciones y ser capaces de volver a la situación inicial. Al igual que una goma elástica es capaz de volver a su estado inicial después de que se ejerza una fuerza para deshacer su forma original.
Este proceso -de ida y vuelta en las personas- es el aprendizaje que nos permitirá evaluar la situación, aprendiendo a crecer como personas, a autocontrolarnos, a ser positivos, a tener autoconfianza, a no tener miedo de enfrentarnos a los problemas, a sobreponernos, ..., fortaleciendo actitudes y habilidades. En definitiva, a ser resistentes.





Competencias laborales


Luis y Carla trabajan juntos en la misma empresa, en el mismo departamento, con el mismo Jefe y los mismos objetivos. Sin embargo, aun siendo los dos iguales de competentes en cuanto a la formación recibida y capacidades para alcanzar sus objetivos, sus formas de relacionarse con el grupo o su Jefe, son diferentes, lo que les transforma en dos seres profesionalmente diferentes. 

Ante un nuevo objetivo planteado por su Jefe, Luis espera que la empresa reconozca su talento y conocimientos, y le ponga a él al frente. Carla por el contrario, aún sintiéndose igual de competente, se compromete con el proyecto y empieza a realizar las primeras investigaciones, cosa que Luis no ve con buenos ojos.

Luis transmite a Carla sus inquietudes y se queda inmóvil sin entrar en acción. Sin embargo Carla, al verle agobiado por las expectativas de Luis, le ofrece compartir el trabajo inicial y llegar juntos al objetivo para que no se sienta desplazado. Carla al ofrecerle su colaboración, le pide también su aportación al proyecto.

Es decir, por parte de Carla hay una declaración de petición y oferta; y por parte de Luis, dado que no siente la confianza de su Jefe, por algo que ocurrió en el pasado, no avanza. Él se encuentra atrapado en sus conversaciones privadas, quejas, reclamaciones que no exterioriza a quien responsabiliza, su Jefe. Esto le provoca manipular a los que le rodean, convirtiéndole en una persona tóxica.

Esta pequeña historia resume el estado en que nos encontramos cuando esperamos algo que no comprobamos. Nos instala en la queja, haciéndonos víctimas de nuestros pensamientos y sentimientos. Como no podemos salir de ese círculo vicioso, lo único que buscamos son culpables y nos crea un conflicto mayor, manipulando a los que nos rodean. En otras palabras, consideramos que damos más de lo que recibimos. Nos sentiremos mal  y nos costará salir  de ese estado emocional, si no ponemos de nuestra parte, haciendo algo diferente. 

A diferencia, cuando nos comprometemos y nos sentimos protagonistas de nuestras  acciones, buscamos un plan de acción, siendo responsables en todo momento de nuestro compromiso, de nuestros errores y de nuestros logros. Ofreceremos acuerdos y pediremos ayuda allí, en donde consideramos que no llegamos. Ello nos hará parecer confiables. Nuestra vulnerabilidad nos hará empatizar con otros trabajadores, mostrándonos más humanos. Este comportamiento nos hará estar en una emoción positiva.

Tan válido es tener conocimientos y saberlos aplicar, como tener una buena actitud, motivación y sabernos relacionar con otras personas a la hora de trabajar para alcanzar nuestros objetivos y resolver los obstáculos que nos encontramos en nuestro camino.