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¿Con quién quieres mejorar la relación?

¿Qué es lo que más hacemos las personas? ... ¿descansar?, ¿trabajar?, ¿dormir? ... Pues lo que más hacemos es hablar, hablar con otros o con nosotros mismos, incluso, hasta cuando estamos durmiendo. 
Conversamos para exponer lo que pensamos, para expresar nuestros pensamientos, para desahogarnos, para bajar la tensión en nuestras relaciones, para encontrar soluciones a nuestras inquietudes. En definitiva, nuestras conversaciones diseñan las relaciones. O lo que es lo mismo, nuestras relaciones dependen de nuestras conversaciones.

Para tener buenas relaciones o conversaciones satisfactorias, lo importante es que sepamos diseñar la conversación que queramos tener para alcanzar el objetivo que pretendamos conseguir. Así pues .. vamos a diseñar una conversación. Pongamos como ejemplo la relación que quiero mejorar con mi compañera de padel.

1.- Tenemos que tener claro quiénes son los protagonistas y para qué quiero tener esa conversación. En este caso, mi compañera de padel y yo / Quiero que volvamos a estar tan unidas como lo estábamos antes, confiar mutuamente y ganar todo lo que nos pongamos por delante.
2.- Conocer el contexto (dónde vamos a tener la conversación: tomando un café, comiendo,  tomando unas cañas, ... ), los compromisos y los juicios que anteceden la conversación,  .. Contexto: en el bar donde nos tomamos las cañas cuando finalizamos los partidos; Compromisos: ser pareja de padel, apoyarnos mutuamente y acudir a los entrenamientos; Juicios: Ella no da todo lo que debería dar desde que se ha echado novio.
3.- Saber qué objetivo queremos conseguir, reduciendo los problemas que puedan surgir y fluyendo la conversación. Que nuestra relación de compañeras esté basada en la confianza y en el compromiso.
4.- Es importante que visualicemos la situación, la conversación y es importante algún detalle que te acerque a la persona. En la mesa que tiene buenas vistas. / Llevaré la  camiseta que me regaló por mi cumple.
5.- Definir el tiempo que necesitaremos. Es decir si quedas a comer ... la otra persona ya sabe que tendrá como una hora u hora y media para compartir momentos y conversación. Aprovecharé los 45 minutos que solemos darnos para tomar nuestras cañas, para conversar lo que me preocupa.
6.- Utilizar un lenguaje sencillo y elegir un momento de tranquilidad en donde no haya reproches, ni resentimiento.  No vale que estéis en plena crisis o que hayáis perdido un partido para expresarle algo que quieres arreglar. No es el momento.
7.- Transmítele la emoción que sientes, en la que te encuentras, en lo que representa la relación para tí y en lo que te gustaría que llegase a ser el día de mañana. Lo que esperas de la relación, lo que sientes tú con lo que hace la otra persona, y cómo crees que te encuentras tanto tú como la relación.

Para ello, tienes que contar una historia, envolverlo en un buen ambiente, en un buen momento y que las dos partes estéis en un estado similar de tranquilidad, ... En esa historia, puedes utilizar los siguientes instrumentos, aunque no tienen por qué ir en ese orden ...
1.- Sentimiento. Hemos dicho que debes transmitir tu emoción, lo que tu sientes  ... Lo que a mi me pasa con ésto es que ....
2.- Reconocimiento. En la historia que cuentes... tienes que contar lo que le reconoces como persona, como compañera de fatigas,  ..... Por ejemplo, me encanta cuando te pido algo y dejas lo que estás haciendo por ayudarme; o valoro mucho tu capacidad de empatizar con todo el mundo o cómo gestionas las malas noticias, o como te esfuerzas y te superas día a día en el deporte, etc....
3.- Peticiones, promesas, ofertas, hacer reclamos, renegociar un compromiso, pedir disculpas, reestablecer la relación. Todo estos actos lingüísticos nos permiten coordinar conversaciones eficaces. Piensa en cuáles utilizarás. Y piensa que las dos partes vais a ceder en algo si queréis que cambie la relación actual. 
4.- Saber qué valores tenéis en común. Para ello es bueno, que hagáis una lista de los valores más importantes que tenéis cada uno y los que consideráis que rigen vuestra relación. Por ejemplo, yo puedo tener el valor de ser muy exigente conmigo misma, sin embargo, en la relación, el mayor valor es la confianza que podamos tener la una en la otra. La idea es trabajar los valores de la relación. 
5.- Escuchar / Guardar silencio / respeto. Escuchar sin juicios .., y ponerte en el lugar de la otra personas, es decir dejar a un lado la escucha previa y sentir sus emociones. Todo ello respetando a tu interlocutor, escuchándole, guardando silencio sin realizar juicios e imponer tu opinión.
6.- Objetivo. Tener claro qué es lo que quieres conseguir con esa conversación. Cuáles van a ser los compromisos y qué acciones quieres coordinar.
 
¿Ya sabes con quién quieres mejorar la relación? pues sólo te queda diseñar la conversación. Adelante¡

Ole¡ ole¡ y olé¡

Todas las pruebas deportivas tienen una cara amarga para quienes no alcanzan el éxito y otra de fiesta para quienes ganan la competición. Todas las pugnas deportivas tienen seguidores y por tanto sufridores.

Hoy quisiera resaltar aquí, dado que estamos en año de la Eurocopa de Fútbol y de los Juegos Olimpicos, ...,  a todos los protagonistas que intervienen y hacen posible la emoción de compartir una afición deportiva: Jugadores, aficiones, emblemas,  representaciones, .. y por supuesto, valores, ...

En el vídeo de dos aficionados de la final de Francia - Portugal, podemos observar muchos de los valores que compartimos quienes nos gusta el deporte y  ... el compañerismo, la aceptación, la solidaridad, la humildad, .., etc.

Es conmovedor ver al chaval portugués cómo empatiza con el aficionado de la selección francesa, cómo le trasmite su cariño a través del acercamiento y la caricia tocándole la mano, cómo le comunica en su idioma (portugués) que el otro no entiende, pero si comprende, a través de sus gestos, que no sufra,  Es maravilloso comprobar la generosidad de compartir el dolor. Es emocionante, cómo el francés comprende lo que le transmite y cómo se funde con él en un abrazo de solidaridad, amor, aceptación, humildad, coraje, confianza, .... y reconocimiento. ¡Bravo!!  ¡¡Esto es deporte!!


Nuestros alumnos son los mejores, dejemos que se desarrollen y démosles las herramientas necesarias para conseguirlo.

En relación a la noticia de que "nuestros alumnos están por debajo de la media en tener habilidades sociales", me gustaría indicar que nuestros alumnos no son los responsables, sino las víctimas de las decisiones que tomamos nosotros, los responsables de su formación.

Son el resultado de nuestras decisiones y encima, les culpamos a ellos de nuestra ineficacia de no saber enseñarles no sólo el "qué" de las cosas, sino el "cómo" y, lo que es más importante, el "para qué".


¿CÓMO IDENTIFICAR EL TALENTO?

Cómo profesores, educadores, .. padres, ¿sabéis identificar y reconocer el talento?
Cuando pregunto a mis coachees o alumnos cuáles son sus talentos, puedo decir que hay un punto de inflexión en su desarrollo personal dado que, en la mayoría de los casos, nos incomoda contestar esta pregunta, por varias razones:
  • quienes sienten que sus talentos son manifiestamente visibles .., se enojan por no haberte dado cuenta y habérselo preguntado; 
  • quienes no están seguros porque están descubriéndolos .., te confirman que los están descifrando y tímidamente se atreven a decirte algo; y 
  • quienes no se han parado a pensar sobre ello .., se sienten incómodos porque no lo han averiguado e incluso se atreven a decir que creen que no tienen talento. 
Por ello, quiero compartir con todos .. la fórmula del talento que he creado para que  resulte más fácil identificarlo, y, sobre todo, que podáis regalarla a quienes están creciendo.

Todos tenemos talento,  "todos tenemos un talento que espera ser revelado" pero para ello tienes que identificarlo, conocerlo y reconocerlo.

Vamos a analizar la siguiente fórmula:


La aptitud, con P, es el conjunto de competencias cognitivas de la inteligencia (pensar, entender, codificar, analizar y resolver), memoria (capacidad de almacenar y retener la información) y estrategias que utilizamos (poner atención en lo que hacemos o saber planificarnos, entre otras). La aptitud es algo que no vemos, que no es tangible y por tanto nos cuesta mucho valorarla. Solo sabemos valorarla si somos capaces de retener información y demostrar la memoria que tenemos. Además de ello, cultiva las otras competencias como reflexionar, .., planificarte, ... Todas ellas requieren hábitos y los hábitos se adquieren repitiendo algo durante 21 días. ¿A qué esperas?
El esfuerzo, e, es el compromiso o la fuerza de voluntad para cumplir nuestro objetivo. ¡¡Demuestra tu compromiso y adquirirás confianza en los demás!!
La actitud, C, son las competencias por el HACER, siendo la motivación el motor que nos lleva a ello y que depende de la ilusión que tenemos e interés que ponemos. ¡Un secreto!, la ilusión significa que ya lo hemos imaginado y por tanto nuestro cerebro sabe que somos capaces de hacerlo; el interés es aquello que consideramos útil para nosotros y que nos lanza a nuestro objetivo. Vamos¡¡ ... ya tienes la mitad del camino ..
Las creencias potenciadoras, c, (las impulsoras, no las limitantes) son las que llevamos implícitas en nuestra marca personal y nos permiten creer que podemos conseguirlo. Nuestro cerebro está receptivo y entonces afianza todo lo que conseguimos bajo esa  creencia. (trabaja la siguiente creencia: "Todo esfuerzo tiene su compensación" o "soy capaz de conseguir cualquier cosa que me proponga") 
IE, la inteligencia emocional que tiene que ver con la gestión de nuestros sentimientos y emociones para relacionarnos con los demás. ¿Recordáis que antes no podíamos mostrar nuestras emociones? ¡No llores que es de débiles!!. Ahora, sin embargo, hemos aprendido que siendo vulnerables, mostrando nuestras emociones y lo que es más importante ... reconociéndolas, comprendiéndolas y gestionandolas .., seremos más felices.

Esta pequeña fórmula implícita en nuestro crecimiento, se quedaría coja si no le sumamos otro tipo de variables, como son: la creatividad, cr, la capacidad que tenemos todos los seres humanos cuando nacemos y que la sociedad, la familia, la religión, el colegio, ..., los que nos rodean en general, nos la van usurpando debido a la gran cantidad de límites que nos imponen. O el entorno, E, en el que nos movemos, que no será ni mejor ni peor, sólo podrá ser favorable o desfavorable a nuestros intereses, como puede ser desarrollarse en un ambiente rígido y sin embargo tú, ser creativo. Será más fácil para aquel que sus intereses sean iguales o parecidos a los que hay en su entorno, pero no por ello quien no viva en ese entorno no lo conseguirá. Posiblemente le costará más, pero su satisfacción será mayor. 

Todo talento debe ser reconocido, puesto que todos buscamos el reconocimiento entre los nuestros, pero es nuestra responsabilidad, como dueños de nuestro talento,  mostrárselo a otros para que lo reconozcan. Cuando compartimos con nuestro entorno, nuestras capacidades, nos sentiremos satisfechos.
Ese es el talento satisfecho. No esperes a que otros descubran por tí tus talentos, sé valiente, IDENTIFÍCALOS  y muéstralos¡¡.


Esta fórmula la comparto con vosotros para que la distribuyáis entre quienes necesiten comprender o saber cuáles son sus talentos para que hagan un ejercicio de introspección, codifiquen y averigüen cuáles son los suyos ....

También os reto .. a que mejoréis esta fórmula  y que la ofrezcáis a todos a quienes les puede interesar.

Si estáis ante casos muy críticos en los que les cueste reconocer cuáles son sus talentos, empezar por lo que no les gusta. Y otra cosa más, para reconocer hay que conocer. Enseña y comparte¡¡ ¿Te animas?