Mostrando entradas con la etiqueta opinión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta opinión. Mostrar todas las entradas

Las creencias son la brújula o guía de nuestras vidas

Para comprender el título de este post, primero vamos a hablar de las siguientes distinciones lingüísticas: opinión, juicio, creencia y hecho.

  • Las opiniones son las reflexiones que hacemos de forma subjetiva siendo algo muy personal (ejemplo: Yo nunca llego tarde);
  • Los juicios son las opiniones que hacemos o damos sobre lo que vemos, vivimos. El juicio es una opinión razonada (ejemplo: Las personas que llegan tarde son unas irrespetuosas);  
  • Las creencias son los principios o valores que nos guían en nuestra vida (ejemplo: Llegar tarde me hará perderme parte de la clase y seré desconsiderada con las otras personas); 
  • Los hechos son algo que se puede comprobar o constatar (ejemplo: La clase empieza a las 18,00 hrs.).

La diferencia entre juicio y creencia está en que cuando el juicio que realizo se mantiene en el tiempo acaba siendo una creencia. Las creencias son bien, producto de nuestros pensamientos repetitivos o bien, han sido transmitidas por otras personas a las que autorizo en mi educación. Las creencias se instauran en nuestro inconsciente y nos guiarán a modo de brújula en nuestra vida.

En Coaching distinguimos entre:

Pues bien, con el Coaching descubrimos nuevas maneras de hacer las cosas, cambiando las creencias limitantes por otras que potencian el crecimiento personalSi queremos avanzar, debemos de ser conscientes de cuáles son nuestras creencias y permitirnos dudar de ellas, transformarlas en otras que nos impulsen. 

Hay que tener presente que:

  • Los juicios “vienen del pasado, se emiten en el presente y abren o cierran posibilidades para el futuro”. Por ejemplo, si tienes el juicio de que tu amigo (en el pasado) te ha defraudado en algún momento. Si lo verbalizas (en el presente), y no haces nada por cambiar esa situación, cerrarás la posibilidad de avanzar en esa relación. Ahora, si consideras que algo deberías hacer si quieres que cambie la relación, tomarás alguna acción para corregir esa actitud, con lo que estarás abriendo posibilidades.
  • Los juicios dicen más de quién los verbaliza que del contenido del propio juicio. Por ejemplo, si le dices a una amiga que está gorda y se lo dices por su bien, estarás diciendo más de tí por insultarla, llamándole gorda (puesto que se lo puedes decir de otra forma sin herir) y querer convertirlo en un consejo.
  • En definitiva las creencias pueden cerrar o abrir posibilidades.
Las creencias no pueden eliminarse sin más, hay que cambiar las creencias limitantes por otras posibilitadoras. Un posible proceso para hacerlo, con ejemplo, sería:
  1. Dudar de la creencia limitante. ¿Soy torpe?
  2. Ponerlo en pasado. Antes era torpe porque me decían que lo era, pero no lo soy.
  3. Creer en la nueva creencia. Soy una persona fantástica que a veces me confundo, como todo el mundo.
  4. Hacer que la nueva creencia sea ya mía. Creo firmemente que soy una persona fantástica, hay que ver la de cosas que puedo hacer y cómo me felicitan los demás.

¿Te animas a comprobarlo?



Distinción Informar & Comunicar


La correcta utilización del lenguaje nos permite tener una mayor riqueza en nuestro vocabulario y la capacidad de distinguir aquello que nombramos, pudiéndolo enfrentar a otro término similar para no confundir el objetivo que pretendemos en nuestro  discurso. Es lo que se llama -distinción-. Así pues vamos a comparar, dentro de las distinciones lingüísticas, Informar y Comunicar.


Informar significa notificar algo a alguien para que sepa algo que desconoce y Comunicar hacer saber algo a una persona, conociendo antes cuáles son sus intereses y permitiéndole darnos su opinión.


Cuando informamos partimos de nuestros intereses. Y cuando comunicamos de las inquietudes del público al que nos dirigimos para ofrecerles contenidos útiles y específicos.
INFORMARCOMUNICAR

Podemos decir entonces que para informar no se necesita conocer al oyente; y para comunicar, y llegar al receptor, necesitamos conocer cuáles son sus intereses. La información es unidireccional  y la comunicación es bidireccional.


Para explicarme mejor pongamos un ejemplo: el boletín de una administración, informará de las normas que se han adoptado en un asunto concreto, y el sistema administrativo permitirá comunicar en qué les afecta a cada sector la nueva normativa, permitiendo interactuar con sus ciudadanos.


La palabra Comunicar proviene del latín -comunicare- y significa compartir algo. Para compartir, primero se ha de confiar. Y para alcanzar la confianza del que escucha, hay que hacerse entender, sin defraudar, si lo que queremos es llegar a sus inquietudes y expectativas.  Cuando nos dirigimos a un sector que sabemos qué es lo que busca, nuestro siguiente paso es crearle expectativas. Si defraudamos, tanto las expectativas, como la confianza depositadas en nosotros, las perderemos, siendo muy posible que no volvamos a captar su atención. Para ello debemos prestar atención, seducir, influir o atraer la atención de nuestro interlocutor para llegar a ser comprendidos


La información forma parte del proceso de comunicación, sin embargo no siempre se atrapa la atención del oyente, que si se consigue a través de la comunicación. En otras palabras, la Información transmite información a una persona, y la Comunicación la transmite a través del lenguaje y la emoción permitiendo que nos devuelva su feedback, opinión, conocimiento o sus dudas.

¿Tú qué haces, informas o comunicas?