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La toma de decisiones nos fortalece

Cuando tomamos decisiones nos posicionarnos proyectando una imagen que será calificada por los demás bajo su punto de vista, sus filtros, que marcarán los valores y experiencias de cada uno.

Tomamos decisiones muchas veces a lo largo del día, sin embargo, sus logros o consecuencias nos pueden hacer convertirnos en líderes, si somos responsables y consecuentes de sus efectos; o títeres, si lo que pretendemos es agradar y buscar el reconocimiento de los demás.

Los terrenos más sensibles en los que nos cuesta posicionarnos, son los religiosos, políticos, sociales, deportivos, .., porque nos identifican ante los demás. Cuando nos posicionarnos nos comprometemos, mostramos una imagen pública. Eso a algunas personas les provoca angustia, miedo, ... Hay personas que prefieren pasar desapercibidas y las hay que, se enorgullecen de ello,  apechugando con todo, aunque ello les provoque secuelas. Si las consecuencias de las decisiones tomadas son positivas se sienten dueños de sus vidas, siendo personas seguras de sí mismas; si son negativas, serán personas frágiles. Estas personas, poco seguras en sí mismos ante los demás, les puede provocar no volver a manifestar públicamente esas decisiones porque temen ser cuestionados perdiendo el reconocimiento social, que para ellos es importante.

Las decisiones son tomadas en base a los valores personales, sociales, etc .. y la cultura de cada individuo, de cada unidad familiar, de cada grupo, etc..

El tomar decisiones va ligado con el logro o con el error. El logro nos hace fuertes, seguros; el error también, pero la mayoría lo tomará como un fracaso y renunciarán a exponerse. El error si se entiende como una posibilidad de aprendizaje, nos hará más fuertes y el objetivo será más disfrutado porque habrá un compromiso que nos motivará a alcanzarlo. Para conseguirlo hay que implicarse, afrontando los conflictos. Creer en un logro, defenderlo y luchar por él, nos convierte en personas seguras.

Las decisiones son un proceso continuo en el que se manifiesta el carácter cognitivo, emocional y social que nos convierten en personas activas, pasivas, lógicas o emocionales.


 
toma de decisiones
Tipología dependiendo de la toma de decisiones

¡¡Terminó el curso, profes!!

Acaba el curso y es tiempo de vacaciones, de reflexión, de pensar en cómo lo he hecho y qué resultados he conseguido; y en cómo me voy a preparar para el próximo curso.

Es hora de pensar qué más voy a hacer en el próximo curso para mejorar los resultados obtenidos de mis alumnos, y por tanto los míos.

Porque si mis alumnos aprueban o suspenden gran parte de la responsabilidad es suya, pero también es mía (100% - 100%). Me explico, cuando yo observo que un alumno no consigue alcanzar los mínimos objetivos,  yo -como profesor-, como el que tiene un papel fundamental en su desarrollo, debo de reflexionar en qué le pasa y qué puedo hacer para ayudarle a interiorizar los conocimientos que yo doy en clase. Y … además, ... no quedarme ahí, sino dar un paso más y pensar qué más puedo hacer por él. Seguro que hay más cosas que puedo hacer. Unas no las conoceré pero depende de mí investigar hasta conseguir saber más y más; y otras, si sé pero que por falta de tiempo, de política del centro, etc .., no las habré podido aplicar. Y si sus resultados son buenos, también seré el responsable de sus éxitos.

No todas las personas tenemos la misma capacidad de aprendizaje, sino que afortunadamente todos somos diferentes. Y si eso, nos enriquece para la sociedad, para la vida diaria, por qué no para el aprendizaje. Si, como ciudadanos, luchamos por la igualdad en resultados y aceptamos que tiene que haber personas de diferentes religiones, culturas, razas, sexo o nacionalidades, ¿por qué no aceptamos que aprendemos de formas distintas y que cada uno tenemos un estilo diferente de aprendizaje? 

Nuestra labor como docentes, no solo es facilitar el conocimiento, sino participar en el desarrollo de aprendizaje de nuestros alumnos. Y ello se consigue, además de dar la materia, valorando lo positivo que pueda hacer el alumno y motivándole para que consiga mejores resultados. Es decir, no solo escuchar para corregir, sino escuchar para el aprendizaje.

Estas vacaciones, ¿descansarás para desconectar o para prepararte?