Cuando tomamos decisiones nos posicionarnos proyectando una imagen que será calificada por los demás bajo su punto de vista, sus filtros, que marcarán los valores y
experiencias de cada uno.
Tomamos
decisiones muchas veces a lo largo del día, sin embargo, sus logros o consecuencias
nos pueden hacer convertirnos en líderes, si somos responsables y consecuentes
de sus efectos; o títeres, si lo que pretendemos es agradar y buscar el
reconocimiento de los demás.
Los terrenos
más sensibles en los que nos cuesta posicionarnos, son los religiosos, políticos, sociales, deportivos, .., porque nos
identifican ante los demás. Cuando nos posicionarnos
nos comprometemos, mostramos una imagen pública. Eso a algunas personas
les provoca angustia, miedo, ... Hay personas que prefieren pasar
desapercibidas y las hay que, se enorgullecen de ello, apechugando con todo, aunque ello les provoque secuelas.
Si las consecuencias de las decisiones tomadas son positivas se sienten dueños de sus vidas, siendo
personas seguras de sí mismas; si son negativas, serán personas frágiles. Estas personas, poco
seguras en sí mismos ante los demás, les
puede provocar no volver a manifestar públicamente esas decisiones porque temen
ser cuestionados perdiendo el reconocimiento social, que para ellos es importante.
Las decisiones
son tomadas en base a los valores personales, sociales, etc .. y la cultura de
cada individuo, de cada unidad familiar, de cada grupo, etc..
El tomar
decisiones va ligado con el logro o con el error. El logro nos hace fuertes,
seguros; el error también, pero la mayoría lo tomará como un fracaso y
renunciarán a exponerse. El error si se entiende como una posibilidad de
aprendizaje, nos hará más fuertes y el objetivo será más disfrutado porque habrá
un compromiso que nos motivará a alcanzarlo. Para conseguirlo hay que
implicarse, afrontando los conflictos. Creer en un logro, defenderlo y luchar
por él, nos convierte en personas seguras.
Las
decisiones son un proceso continuo en el que se manifiesta el carácter
cognitivo, emocional y social que nos convierten en personas activas, pasivas, lógicas
o emocionales.