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¿Para qué Coaching Nutricional?

Para alcanzar los resultados que se desean en el estado físico y emocional.  ¿Cómo? a través de  cambios en los hábitos y en la nutrición.


En el Coaching Nutricional, al igual que en el Deportivo -y a diferencia del Coaching Ontológico-, se necesita de una monitorización y una motivación por parte del coach hacia quién desee realizar cambios en su estado físico o emocional. Es decir, el coach estará pendiente en todo momento de comprobar que los compromisos del coachee/paciente son aceptados y trabajados para alcanzar lo que desea. El coach será el Pepito Grillo.

Se sustentará en una conversación entre coachee y coach, donde el coach examinará las emociones, las creencias y los puntos ciegos que le impiden lograr los objetivos, identificando y generando nuevas opciones de mejora, nuevas oportunidades, nuevas reflexiones, nuevos cambios de ACTITUD. El coachee/paciente definirá su objetivo, asumirá su responsabilidad,  su actitud estará basada en el compromiso, la toma de conciencia y en las indicaciones que le facilitará el nutricionista.

¿Te animas?

¿Con quién quieres mejorar la relación?

¿Qué es lo que más hacemos las personas? ... ¿descansar?, ¿trabajar?, ¿dormir? ... Pues lo que más hacemos es hablar, hablar con otros o con nosotros mismos, incluso, hasta cuando estamos durmiendo. 
Conversamos para exponer lo que pensamos, para expresar nuestros pensamientos, para desahogarnos, para bajar la tensión en nuestras relaciones, para encontrar soluciones a nuestras inquietudes. En definitiva, nuestras conversaciones diseñan las relaciones. O lo que es lo mismo, nuestras relaciones dependen de nuestras conversaciones.

Para tener buenas relaciones o conversaciones satisfactorias, lo importante es que sepamos diseñar la conversación que queramos tener para alcanzar el objetivo que pretendamos conseguir. Así pues .. vamos a diseñar una conversación. Pongamos como ejemplo la relación que quiero mejorar con mi compañera de padel.

1.- Tenemos que tener claro quiénes son los protagonistas y para qué quiero tener esa conversación. En este caso, mi compañera de padel y yo / Quiero que volvamos a estar tan unidas como lo estábamos antes, confiar mutuamente y ganar todo lo que nos pongamos por delante.
2.- Conocer el contexto (dónde vamos a tener la conversación: tomando un café, comiendo,  tomando unas cañas, ... ), los compromisos y los juicios que anteceden la conversación,  .. Contexto: en el bar donde nos tomamos las cañas cuando finalizamos los partidos; Compromisos: ser pareja de padel, apoyarnos mutuamente y acudir a los entrenamientos; Juicios: Ella no da todo lo que debería dar desde que se ha echado novio.
3.- Saber qué objetivo queremos conseguir, reduciendo los problemas que puedan surgir y fluyendo la conversación. Que nuestra relación de compañeras esté basada en la confianza y en el compromiso.
4.- Es importante que visualicemos la situación, la conversación y es importante algún detalle que te acerque a la persona. En la mesa que tiene buenas vistas. / Llevaré la  camiseta que me regaló por mi cumple.
5.- Definir el tiempo que necesitaremos. Es decir si quedas a comer ... la otra persona ya sabe que tendrá como una hora u hora y media para compartir momentos y conversación. Aprovecharé los 45 minutos que solemos darnos para tomar nuestras cañas, para conversar lo que me preocupa.
6.- Utilizar un lenguaje sencillo y elegir un momento de tranquilidad en donde no haya reproches, ni resentimiento.  No vale que estéis en plena crisis o que hayáis perdido un partido para expresarle algo que quieres arreglar. No es el momento.
7.- Transmítele la emoción que sientes, en la que te encuentras, en lo que representa la relación para tí y en lo que te gustaría que llegase a ser el día de mañana. Lo que esperas de la relación, lo que sientes tú con lo que hace la otra persona, y cómo crees que te encuentras tanto tú como la relación.

Para ello, tienes que contar una historia, envolverlo en un buen ambiente, en un buen momento y que las dos partes estéis en un estado similar de tranquilidad, ... En esa historia, puedes utilizar los siguientes instrumentos, aunque no tienen por qué ir en ese orden ...
1.- Sentimiento. Hemos dicho que debes transmitir tu emoción, lo que tu sientes  ... Lo que a mi me pasa con ésto es que ....
2.- Reconocimiento. En la historia que cuentes... tienes que contar lo que le reconoces como persona, como compañera de fatigas,  ..... Por ejemplo, me encanta cuando te pido algo y dejas lo que estás haciendo por ayudarme; o valoro mucho tu capacidad de empatizar con todo el mundo o cómo gestionas las malas noticias, o como te esfuerzas y te superas día a día en el deporte, etc....
3.- Peticiones, promesas, ofertas, hacer reclamos, renegociar un compromiso, pedir disculpas, reestablecer la relación. Todo estos actos lingüísticos nos permiten coordinar conversaciones eficaces. Piensa en cuáles utilizarás. Y piensa que las dos partes vais a ceder en algo si queréis que cambie la relación actual. 
4.- Saber qué valores tenéis en común. Para ello es bueno, que hagáis una lista de los valores más importantes que tenéis cada uno y los que consideráis que rigen vuestra relación. Por ejemplo, yo puedo tener el valor de ser muy exigente conmigo misma, sin embargo, en la relación, el mayor valor es la confianza que podamos tener la una en la otra. La idea es trabajar los valores de la relación. 
5.- Escuchar / Guardar silencio / respeto. Escuchar sin juicios .., y ponerte en el lugar de la otra personas, es decir dejar a un lado la escucha previa y sentir sus emociones. Todo ello respetando a tu interlocutor, escuchándole, guardando silencio sin realizar juicios e imponer tu opinión.
6.- Objetivo. Tener claro qué es lo que quieres conseguir con esa conversación. Cuáles van a ser los compromisos y qué acciones quieres coordinar.
 
¿Ya sabes con quién quieres mejorar la relación? pues sólo te queda diseñar la conversación. Adelante¡

Imagina, verbaliza y ponte en acción

Chica abriendo ventana y posibilidades
Chica abriendo ventana y posibilidades

El lenguaje que utilizamos en nuestro devenir diario, nos condiciona. Como dice Rafael Echeverría, -el lenguaje no es inocente-. Lo explica perfectamente en su libro Ontología del lenguaje que animo a leerlo.

Cuando hablamos utilizamos un lenguaje acorde a nuestros valores, filtros, experiencias, educación, etc … Es el lenguaje que conocemos, el aprendido y en el que nos desenvolvemos. No es ni bueno ni malo, es nuestro lenguaje. Sin embargo hemos de ser conscientes que el lenguaje que utilizamos nos puede llevar por la senda de la concordia, o la de la hostilidad. Te animo a que reflexiones sobre el mismo y serás capaz de observar que el lenguaje nos activa o nos inmoviliza. 


Es decir el lenguaje abre o cierra puertas/ventanas de posibilidades. Cuando declaramos algo, detrás de nuestras palabras va un compromiso. El lenguaje es acción. El segundo principio de la Ontología del lenguaje dice que "No sólo actuamos de acuerdo a cómo somos, también somos de acuerdo a cómo actuamos. La acción genera ser”.

Ejemplos de ello pueden ser estas tres expresiones del lenguaje donde podemos ver cómo lo utilizamos y cómo lo podemos cambiar para generar acción:
  • Intentar. Cuando utilizamos la palabra intentar, es porque nos queremos dar permiso para no hacerlo. Es decir, que si no lo hago, no pasa nada.  Mañana intentaré levantarme pronto Mañana me levantaré pronto.

  • Tengo que. Cuando utilizamos el tener que, nos imponemos una obligación. Si lo cambiamos por quiero o me gustaría, estaré motivado para hacerlo y lo haré con ganas. Mañana tengo que levantarme pronto / Mañana quiero o me gustaría levantarme pronto.

  • Y si … / que pasaría si … Cuando nos planteamos qué podría suceder si cambiamos lo establecido, por posibilidades, nuestro cerebro es capaz de imaginarlo y por tanto ejecutarlo, abriéndonos posibilidades. Y ¿si me levanto pronto y me voy a andar?.

Si lo imaginas y lo verbalizas, tu emoción cambia y también puedes hacer que suceda. ¿a qué esperas?


Competencias laborales


Luis y Carla trabajan juntos en la misma empresa, en el mismo departamento, con el mismo Jefe y los mismos objetivos. Sin embargo, aun siendo los dos iguales de competentes en cuanto a la formación recibida y capacidades para alcanzar sus objetivos, sus formas de relacionarse con el grupo o su Jefe, son diferentes, lo que les transforma en dos seres profesionalmente diferentes. 

Ante un nuevo objetivo planteado por su Jefe, Luis espera que la empresa reconozca su talento y conocimientos, y le ponga a él al frente. Carla por el contrario, aún sintiéndose igual de competente, se compromete con el proyecto y empieza a realizar las primeras investigaciones, cosa que Luis no ve con buenos ojos.

Luis transmite a Carla sus inquietudes y se queda inmóvil sin entrar en acción. Sin embargo Carla, al verle agobiado por las expectativas de Luis, le ofrece compartir el trabajo inicial y llegar juntos al objetivo para que no se sienta desplazado. Carla al ofrecerle su colaboración, le pide también su aportación al proyecto.

Es decir, por parte de Carla hay una declaración de petición y oferta; y por parte de Luis, dado que no siente la confianza de su Jefe, por algo que ocurrió en el pasado, no avanza. Él se encuentra atrapado en sus conversaciones privadas, quejas, reclamaciones que no exterioriza a quien responsabiliza, su Jefe. Esto le provoca manipular a los que le rodean, convirtiéndole en una persona tóxica.

Esta pequeña historia resume el estado en que nos encontramos cuando esperamos algo que no comprobamos. Nos instala en la queja, haciéndonos víctimas de nuestros pensamientos y sentimientos. Como no podemos salir de ese círculo vicioso, lo único que buscamos son culpables y nos crea un conflicto mayor, manipulando a los que nos rodean. En otras palabras, consideramos que damos más de lo que recibimos. Nos sentiremos mal  y nos costará salir  de ese estado emocional, si no ponemos de nuestra parte, haciendo algo diferente. 

A diferencia, cuando nos comprometemos y nos sentimos protagonistas de nuestras  acciones, buscamos un plan de acción, siendo responsables en todo momento de nuestro compromiso, de nuestros errores y de nuestros logros. Ofreceremos acuerdos y pediremos ayuda allí, en donde consideramos que no llegamos. Ello nos hará parecer confiables. Nuestra vulnerabilidad nos hará empatizar con otros trabajadores, mostrándonos más humanos. Este comportamiento nos hará estar en una emoción positiva.

Tan válido es tener conocimientos y saberlos aplicar, como tener una buena actitud, motivación y sabernos relacionar con otras personas a la hora de trabajar para alcanzar nuestros objetivos y resolver los obstáculos que nos encontramos en nuestro camino. 


Acoso Escolar y las señales a detectar

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en su compromiso de introducir nuevas medidas en el Plan Estratégico de Convivencia Escolar, se reunió  con jóvenes que han superado situaciones de Acoso Escolar. 

Ellos, protagonistas acosados, contaron sus experiencias y cómo lo vencieron, con el fin de que sirva de ayuda a todos aquellos que puedan estar pasando por una experiencia de este tipo. 

También han participado padres aportando sus propuestas e informando que los padres, tutores y educadores deben de implicarse para ayudarles.

Entre otros temas se habló de que:
  • El acoso se produce en cualquier edad, desde los 3 a 18 años y en todos los centros suele producirse algún caso.
  • Puede tener diferentes formas, y se distinguen las siguientes: físico por golpes, ciberbullying por las redes sociales, escrito en forma de notas o pintadas, psicológico por aislamiento o gestos, .. El acosador puede ser desde un niño a otro, un grupo a un niño, un profesor a un niño/s o un grupo a un profesor.
  • Las víctimas son tanto el acosado como el acosador, en ese orden.
  • La formación, es la mejor medida de prevención para todos los implicados: tanto para detectar las señales por parte de los padres y profesores que indiquen que puede haber acoso; como mediante talleres de herramientas de coaching para la convivencia; así como informando a los alumnos que el acoso es un delito.
  • La administración realice medidas para premiar a los centros escolares que detecten y actúen ante un caso de acoso; y penalizar a los que miren hacia otro lado, permitiendo que ocurran situaciones  mayores por no saber gestionarlas.
  • También se ha solicitado, que tanto para los acosados, como para aquellos que denuncian, se les considere testigos protegidos

De la confianza, al compromiso y a la obtención del objetivo educativo

Al final de este post te reto. ¿Te atreves?

..

La confianza es lo que nos permite relacionarnos con otras personas y alcanzar el desarrollo necesario para seguir avanzando en nuestros objetivos. Necesitamos de la confianza que nos den otros y confiar en otros para evolucionar. La confianza es algo que depende de dos partes: la del otro (que puede ser individual, o colectiva) y la mía. Necesitamos confiar y ser confiables para alcanzar los objetivos que nos marcamos.
Confiamos en alguien cuando respetamos el ser legitimo que es. Los juicios que hacemos hacía ese ser se basan en la construcción de las acciones para alcanzar el objetivo, sabiendo separar las diferencias que tenemos los seres humanos, pero respetando el ser legítimo que somos cada uno de nosotros.